MORDEDURAS DE CONCIENCIA.,DESOLACIÓN.


De pronto me quede varado, postrado ahí
Toda aquella audacia que brotaba deberás.
Desaparecía
Y como cualquier pájaro
De alas deshechas y caídas
Triste y dentro de las  propias sombras
 Tenebrosas y multiplicadas
Ahí estaba yo, clavando las espadas
Y  constante  una insistente procesión
De fantasmas viejos,
Intentando de ese calvario hacer
El propio sacrificio...
Como cualquier verdugo de sí mismo,
Acogiendo entonces
Este crudo frio que me habita.


S.H.

Comentarios